jueves, 18 de agosto de 2011

Lluvia


Lluvia que llega a mí
como un mar que todo lo cubre,
que oculta mi dolor
cuando mi angustia tiembla
y en el paisaje se esconde el amor,
que cae como un manto
que envuelve mi soledad,
infinita bondad sobre mí derramada,
trecho de la vida envuelto en el silencio,
luz transparente tiritando de tristeza,
frío callado que me mira sorprendido,
niño solitario jugando en mi recuerdo,
húmedo beso olvidado sobre mi piel.
Lluvia acumulada en la memoria
como una mirada abandonada,
más sola que la tristeza,
angustia atormentada,
soledad que cae desmayada,
adiós al cielo,
regreso del ayer desenterrado
agobiado por tu presencia,
muerte redentora,
resurrección clandestina de la melancolía.
Lluvia de ayeres inolvidables,
de un hoy incierto
y de ese mañana que quizá llegue con ella,
al borde de las montañas detenida,
incluso el sol palidece
y una bandada de pájaros invisibles
caen del cielo azul.
De los árboles se han caído
las hojas del amor
y ya nada me consuela.
Lluvia, último refugio,
cuando el despertar es agonizar
y no desaparecer,
sino morir del todo.
Lluvia, eterna compañera,
que llora conmigo tu ausencia.

2 comentarios:

  1. hola!!
    wow! me gusto mucho este escrito!
    por aqui andare leyendo mas cosas tuyas :D
    Saludos!

    ResponderEliminar