Al atardecer de su ternura
está su deseo
dispuesto a jugárselo todo por un día más
donde vuelva el amor
a posarse en su cuerpo
y pueda arrojarse al fondo del mar
en busca de un corazón perdido.
Llueve en una tarde de verano. Cae a chorros la lluvia sobre su vida. Ella está empapada de esperanzas. Su imaginación vuela a través de sus ojos hasta posarse lentamente en él. Su sueño. Detrás del agua, al final del arco iris ellos se encontrarán algún día.
Tantos corazones perdidos!!! Muy hermoso y nostalgico poema
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